Sunday, September 02, 2007

sometimes we have to see for ourselves

The early bird catches the worm; a stitch in time saves nine.
He who hesitates is lost.
We cant pretend we havent been told.
Weve all heard the proverbs, heard the philosophers, heard our grandparents warning us about wasted time, heard the damn poets urging us to seize the day'.
Still sometimes we have to see for ourselves.
We have to make our own mistakes.
We have to learn our own lessons.
We have to sweep today's possibility under tomorrow's rug until we can't anymore, until we finally understand for ourselves like Benjamin Franklin meant.
That knowing is better than wondering, that waking is better than sleeping.
And that even the biggest failure, even the worst most intractable mistake beats the hell out of never trying.

Monday, August 20, 2007

Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y tambien viceversa.

Friday, August 10, 2007

, let go
the rest will follow*

Wednesday, August 08, 2007

Congelar Recuerdos



Hoy al mediodía luego de comer, me fui en un lugar en la oficina donde hay una vidriera grande y se puede ver la calle, carros, gente, tráfico, y se siente el fogaje de las 12md.
Sentada en el piso empecé a arreglar los nombres de los contactos que tengo en el celular, vaya enfermedad. Los arreglé todos por nombre y apellido… ehm... eso no importa.
El punto, es que dejé de hacer eso, y me puse a recordar.

Lo que somos hoy, es la acumulación de experiencias que hemos tenidos... y, que no son más que una gran fila de recuerdos, apiñaditos, que se rozan los unos a los otros, algunos nos hacen enfurecernos, otros nos sacan un par de lágrimas, y lo más comunes (para mi), son los felices.

Esos recuerdos felices, que te inducen a cerrar los ojos, y te trasladan de una forma mágica a ese lugar de nuevo, con las personas que conforman ese recuerdo... y apretando los párpados piensas que ahí... en tu recuerdo, te sientes tan a gusto, que lo ves, lo sientes, lo palpas, estás en ese instante, abrazando esas imágenes, congelándolas para cuando se hayan esfumado volver a sentirlas.

¿Qué congelas? los olores, el tacto, ciertas miradas y en tu mente piensas y darías tu vida solo por volver a ellos.
En realidad, quisieras que esa fuera tu realidad.

Sin embargo, alguien te interrumpe y te pregunta si escuchaste la nueva noticia, y te despiertan, de repente te encuentras sentada en el piso del trabajo, pegada al vidrio, sintiendo el fogaje del mediodía con una tímida gesticulación que tiende a sonrisa en mis labios, y manteniendo los ojos cerrados dices: “No.. no escuché la nueva de hoy”.

Tuesday, August 07, 2007

lo mejor de mi, y yO`


y entre miradas y suspiros aquel dia preguntaste quien soy,
y yo sorprendida por aquella pregunta inesperada me quede sin palabras.
hoy puedo decirte que aun sigo conociendome pero hasta ahora

yo soy:
muchos pensamientos. muchos lunares.suficientes amigos, bastantes conocidos. vivo de sensaciones y en mi manera me expreso para desenterrarlas. compuesta de todo lo que he encontrado en el camino, con la sonrisa como presentacion, y al mismo tiempo,mi metodo de defensa.

y asi como aquel dia lo lei se que,

Lo mejor de mí no son los ojos ni las piernas.
Ni siquiera, a pesar de lo que digan, esos globos hinchados que me crecen veinte centímetros bajo la garganta.
Está escondido dentro, bajo capas de grasa, bajo músculo y fibra, bajo sangre y tendones, bajo venas y huesos.
Lo mejor de mí lo escondí en un recoveco, tan profundo que olvidaste su existencia.
No se ve a primera vista, a segunda ni a tercera.
No se aprecia en una cena, no se lee en lo que escribo, no se explica en una página.
Lo mejor de mí se descubre en las ganas tercas de seguir adelante, en el esfuerzo diario por seguirme los pasos.
Son los cuatro millones de alfileres guardados en el fondo del bolsillo.
Las sonrisas más francas, las caricias más tiernas, el destello de gloria entre las piernas